Perplexus: el juguete laberinto más divertido

El Perplexus es uno de los juguetes más originales e interesantes que podemos regalar a nuestros hijos. Sin embargo, no muchos padres conocen el Perplexus, una pena sabiendo la gran cantidad de beneficios que aporta a los peques, no sólo por la diversión, también por sus enormes beneficios. Se trata de un juguete de habilidad, un juguete en el que también se practica la motricidad. De forma básica y sencilla, el Perplexus es un entretenido laberinto en 3 dimensiones. Este laberinto está encerrado en una colorida esfera, si bien en la actualidad pueden existir más versiones con diferentes formas. Niños y niñas deberán resolver el laberinto, este puzzle imaginativo, viéndolo desde el exterior. Perfecto para los peques con más paciencia y que disfrutan de estos pasatiempos.

Perplexus, un juguete que mejora las habilidades

Lo más evidente es que el Perplexus es perfecto para desarrollar la motricidad fina. Es un juguete que los peques miran y giran para conseguir ciertos objetivos. Por tanto, se trabaja mucho la destreza del movimiento con las manos y la coordinación ojo-mano. El Perplexus se juega de forma personal, motivo por el que es bueno para trabajar la paciencia y la superación personal. Es un juguete que despierta la mayor concentración posible de los más pequeños de la casa. Ellos y ellas tendrán que observar el puzzle y laberinto desde el exterior, reflexionando sobre cómo resolverlos. Tendrás que hacerlo girar y realizar otros movimientos con precisión. El razonamiento lógico es esencial para resolver el Perplexus. La anticipación de los pasos a seguir, la rectificación de los pasos erróneos, etc.

Pensando en tres dimensiones

Lo interesante del Perplexus es que los niños y niñas deben ampliar su concepto de juego. Mientras que en un juego de mesa común ellos juegan en 2D, con el Perplexus deben pensar en 3D. Un laberinto en el que pasar una bola por todo el recorrido, sin embargo, en muchas ocasiones debes hacer que la bola de acero pase a otro plano, llegue al otro lado de la esfera, etc. Podemos decir que el laberinto tiene diferentes niveles de dificultad. Los primeros puzzles del laberinto son sencillos pero conforme se superan los niveles, el laberinto se complica. No es complicado, sin embargo, y tarde o temprano los peques podrán superar el reto. Es muy rejugable, especialmente entre varios niños, para retarse a superarlo y hacerlo en el menor tiempo posible.