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El juego simbólico es el que se produce cuando los peques juegan imitando actividades y situaciones de su entorno, relacionadas con la vida real. Cuando son capaces de realizar este tipo de juegos, es porque han avanzado en su desarrollo hasta conseguir comprender lo que observan en el mundo real y utilizarlo en el imaginario.
Antes de que se desarrolle el juego simbólico, los peques empiezan mostrando interés por actividades como comer solos, ayudarnos en la cocina, poner la lavadora, barrer o vestirse sin ayuda... Los papás y las mamás podemos ayudarles si fomentamos su interés por este tipo de actividades, permitiéndoles participar en ellas adaptándolas a su edad. Estaremos facilitando que las representen cuando utilicen el juego simbólico, adquiriendo al mismo tiempo hábitos relacionados con el orden y la limpieza, por ejemplo.
Resulta habitual escuchar hablar del juego simbólico desde edades tempranas; ya en la etapa de educación infantil aparece este tipo de juego. Suele iniciarse sobre los dos años de forma individual y es muy importante hasta los 7 años aproximadamente, en donde no desaparece pero toman mayor protagonismo los juegos de reglas.
El juego simbólico empieza manifestándose de forma individual y, a medida que los peques van creciendo, son capaces de jugar con mamá y papá. Así hasta conseguir jugar con otros peques, adaptándose a la historia del juego compartido.
Beneficios del juego simbólico[/caption]
Cuando los peques son capaces de jugar con más participantes al juego simbólico se fomenta la cooperación y socialización. Pueden utilizar personajes reales -representando a mamá, papá, diferentes familiares, profes, etc- o ficticios -representando personajes de cuentos y películas-. A veces también juegan siendo ellos mismos y un muñeco o personaje imaginario es integrado como un participante más en el juego.
El juego simbólico permite mejorar las habilidades de los peques a la hora de tomar decisiones, encontrar soluciones que les permiten afrontar conflictos y resolver problemas cotidianos fomentando su autonomía.
Además, desde que se manifiesta, fomenta la adquisición del lenguaje oral y es un gran estímulo para que los peques se expresen, desde el inicio cuando aún cuentan con un vocabulario limitado, hasta ser capaces de contar una historia.
Ventajas del juego simbólico para los peques
El juego simbólico fomenta la creatividad y la imaginación, ya que los peques tienen que pensar historias, representarlas, etc. Además es un recurso muy valioso que les permite expresar sus emociones y sentimientos. Repitiendo situaciones que les preocupan los peques pueden experimentarlas en un entorno seguro e, incluso, en algunos casos les sirven para encontrar soluciones y asimilar el mundo que les rodea. [caption id="attachment_1320" align="aligncenter" width="957"]
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