¿Pueden los peques aprender usando aplicaciones para el móvil?
Los dispositivos interactivos son beneficiosos para el aprendizaje de los niños, esto es algo que ningún experto niega. Sin embargo, es cierto que se debe controlar el tiempo y el uso que los peques de la casa dedican a estos aparatos. Un nuevo estudio de la Universidad Vanderbilt en Estados Unidos demuestra que, si bien aprender usando aplicaciones puede ser un método interesante, no menos cierto es que es vital tener en cuenta las edades. Aunque varias Apps puedan parecer exactamente idénticas, cada una de ellos incluye sutiles diferencias en su manejo que son claves. Un niño no interacciona de la misma forma con un juguete cuando tiene 2 años que cuando tiene 5 años. Por ello, en el caso de los juguetes es importante seguir las recomendaciones de los fabricantes y respetar las edades. Sólo porque una pantalla ofrezca una interacción física, no significa que siempre sea beneficiosa, o que por ello suponga un plus en el aprendizaje de los más pequeños. En este sentido es cierto que, en los últimos años, nuestros hogares se han llenado de pantallas táctiles e interactivas con la llegada de smartphones y tablets. Hasta las neveras tienen ahora pantallas con las que podemos interaccionar y, en algunos casos, hasta jugar. No todos estos juegos sirven para que nuestros niños y niñas aprendan.

La importancia de un juguete hecho para los niños

Se podría pensar, de forma errónea como demuestra este reciente estudio del Dr. Colleen Russo-Johnson, que un juego sencillo para iTunes o Play Store es exactamente igual de beneficioso que una pantalla táctil en un juguete para niños. Los peques hacen las mismas acciones: tocan, arrastran y ven formas y colores. La gran diferencia de base es que un juguete interactivo está pensado para ser usados por niños de cierta edad. Mientras, una App de móvil no está diseñada sólo para niños de ciertas edades (0-3 años, 5-6 años, por ejemplo). Mientras que los juguetes tienen esto en cuenta, la mayoría de Apps para móviles no lo hacen. Es algo importante a la hora de permitir que nuestros hijas e hijos disfruten con una tablet o un teléfono móvil, y más teniendo en cuenta que, según los datos, el 90% de los niños estadounidenses ya han usado una pantalla táctil a los 2 años. Esta cifra, muy probablemente, sea similar al del resto de países tecnológicamente más avanzados. Por tanto, sí es cierto que se puede aprender usando aplicaciones, pero depende mucho del correcto diseño de las mismas. [caption id="attachment_237" align="alignnone" width="1280"]Aprender usando aplicaciones Aprender usando aplicaciones es posible[/caption]

Se puede aprender usando aplicaciones

El 80% de aplicaciones de iTunes están diseñadas para poder ser usadas por niños y niñas de corta edad. Sin embargo, también se demuestra que a veces todos esos colores, formas y animaciones dificultan el aprendizaje. Esos elementos "de lujo" o "extras" que incluyen muchas aplicaciones dificultan el aprendizaje del niño. Por ello la sencillez de un juguete interactivo es beneficiosa; no hay tantas animaciones o colores, pero esto ayuda a no distraer a los peques. Utilizando una aplicación simplificada los investigadores comprobaron que los niños de 2 años podían aprender palabras nuevas o nombres. Los niños ligeramente mayores (de 4 a 5 años) fueron capaces de aprender más y de seguir las instrucciones mejor. También se produjeron diferencias en el tipo de interacción dependiendo de las edades y el sexo. Demuestra que queda un largo camino por recorrer a la hora de diseñar aplicaciones interactivas adaptadas a los más pequeños.

Que nos permitan controlar el uso que hacen los niños

Otro aspecto importante es el control de las mamás y los papás. En muchas ocasiones las Apps no permiten y ofrecen parámetros de personalización para que los padres y educadores puedan determinar la mejor configuración y forma de jugar de los peques. Además, asegura el estudio que los desarrolladores de aplicaciones interactivas deben ser conscientes de utilizar la interactividad de forma que no distraiga a los niños y no perjudique el aprendizaje. En ocasiones la aplicación que parece más compleja y sofisticada no siempre es la mejor, y la sencillez quizás prima si lo que queremos es que nuestro hijo o hija aprenda mientras interactúa con una pantalla táctil. A ciertas edades, especialmente entre los 2-3 años, podría ser mejor un juguete interactivo sencillo que una aplicación. Los juguetes para los peques no son sencillos por casualidad... Aprender usando aplicaciones es posible, pero debemos tener varios aspectos en cuenta antes de elegir una para nuestros pequeños.

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