Descubrir la música: entrenando su oído desde pequeños
Cuando pensamos en la música, ¿a cuantos papis nos gustaría tener en casa a auténticos artistas? ¿Cuántos estaríamos orgullosos de ver a nuestros peques tocar perfectamente un instrumento como el piano o la guitarra eléctrica? Sin duda muchos levantaríamos la mano pero… ¿les estamos enseñando a nuestros peques a escucharla y valorar y respetar los distintos tipos de música que existen? El arte es algo que puede estimular a nuestros hijos e hijas desde muy pequeños, muy utilizado en talleres y clases de estimulación sensorial. La música como expresión artística cobra especial importancia por su diversidad y su capacidad para impactar a gente de todas las edades.

¿Qué tipo de música deben escuchar los peques?

Rock, tradicional, clásica, pop… No hay un tipo concreto que vaya a garantizar un mejor desarrollo de nuestros peques, ni tampoco por escuchar música clásica va a ser un Beethoven o el más inteligente de su clase. Esos mitos incomprensibles han hecho un flaco favor a lo que de verdad estimulará más a nuestros peques; la diversidad. Lo más importante es que nuestros peques entrenen su oído con distintos tipos de música y puedan de esta forma respetar la diversidad de un arte tan amplio y tan antiguo. No desprecies ningún tipo de música por prejuicios que puedas tener. El rock no los convertirá en delincuentes, y la música clásica no es aburrida. El pop no es para las masas, y el rap no esta plagado de letras irrespetuosas. Descubrir la música Existen muchísimos estilos musicales, y que nuestros peques los conozcan todos será vital para que también empiecen a forjar su personalidad. Por supuesto, respeta sus gustos. Es posible que desde muy temprano empiecen a definir un gusto especial por algún tipo de música, y será nuestro trabajo fomentarlo y enriquecerlo.

¿Cómo podemos empezar a acercar la música a los peques?

Es importante trabajar con ellos el canto. Debemos cantarles desde peques, ya sean canciones infantiles tradicionales, inventadas o canciones normales adaptadas a sus gustos. Con esta actividad lograremos que empiecen a cantar con nosotros. Cuando un peque canta con nosotros está trabajando el ritmo y la entonación desde muy temprano, y más adelante se fomentará el lenguaje y la autoestima. Es vital por tanto que los animemos a cantar, que les aplaudamos cuando lo hagan, que les acompañemos y, en resumen, que lo fomentemos. Podemos ofrecerles también numerosos juguetes musicales adaptados a su edad. ¿Y que viene después de cantar? Si, el baile. Es otra actividad a fomentar desde muy peques. Debemos hacerlo sin presiones ni coreografías, como una expresión de sentimientos e impulsos. Que los peques se muevan como quieran al ritmo de la música, que no haya normas. Bailando estarán trabajando su coordinación y su motricidad gruesa, además de fomentar su autoestima. Y no olvidemos la capacidad relajante de la música, independientemente de su estilo (aunque en este punto si es cierto que algunos estilos son más eficaces). Hay peques que desde muy pequeños se acostumbran a dormir con una determinada canción o a relajarse al escuchar alguna melodía. La música, por su estructura y armonía, puede ayudarnos en esos momentos en los que ya no sabemos cómo calmar a nuestros peques, ya que sus capacidades relajantes son de sobra conocidas por todos. Y por último el consejo más importante; disfrutad. Ninguna de las actividades que hemos mencionado anteriormente debe ser una imposición. Se realizarán de forma natural y divertida, disfrutando con alegría y sin normas preestablecidas. Que sea un momento de diversión y de expresión de sentimientos y pensamientos, ya sea a través del canto o del baile, pero es importante recordar la importancia de no poner límites a algo tan creativo como la música.

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