Dejar el pañal siguiendo la inspiración de la filosofía Montessori
Cuando las mamás y papás nos planteamos ayudar a los peques a dejar el pañal nos pueden surgir muchas dudas de cómo afrontar este proceso. Una buena idea es hacerlo siguiendo la filosofía del método Montessori, que se basa en respetar los ritmos individuales de cada peque, fomentando su autonomía y proporcionándole un ambiente preparado, adecuado para favorecer su desarrollo. Es habitual escuchar en nuestro entorno comentarios de que a X edad, es muy pronto o muy tarde para que los peques empiecen a andar, comer solitos, hablar... y el uso del pañal no se libra tampoco. Antes de ofrecer ideas que nos pueden ayudar para dejar el pañal, insistiremos en la importancia de ignorar esos comentarios. Cada peque tiene su propio ritmo y debemos respetarlo, no va a ser más o menos inteligente por conseguir estos logros en su desarrollo antes o después.

Dejar el pañal, ¿qué edad es la adecuada para empezar?

Cada peque conseguirá el control de esfínteres en el momento en que haya alcanzado la maduración que se lo permita, por lo que aunque está muy extendida la creencia de que los dos años son el momento clave, habrá peques que puedan conseguirlo y otros que llegarán o pasarán los tres años sin lograrlo y no pasará nada. La prisa surge cuando se acerca el momento de empezar la segunda etapa de educación infantil, en la que se supone que los peques acudirán sin pañal controlando esfínteres al colegio. Las mamás y papás no debemos agobiarnos, si lo han conseguido será porque estaban preparados y si no, tendremos que hablar con su profe y debería ser comprensiv@ con este tema. Dependiendo de cada centro nos ofrecerán unas soluciones más o menos flexibles, pero lo importante es no olvidar que debemos respetar los ritmos de cada peque y recordárselo en caso de ser necesario. Si nos dejamos llevar por el estrés de la cercanía de ese inicio escolar, lo más probable es que el proceso resulte muy agobiante, tanto para los peques que no consiguen el objetivo al no estar preparados, como para las familias que se sienten frustradas, convirtiéndose en un proceso desagradable. Es importante también evitar las comparaciones a la hora de dejar el pañal, ya que si tenemos en cuenta que cada peque tiene su ritmo ya no se nos pasarán por la cabeza. No se trata de una competición de quién lo consigue antes.   Dejar el pañal

Ideas para dejar el pañal según el método Montessori

Las mamás y papás podemos involucrar a nuestros peques en el proceso de cambio de pañal mucho antes de que empecemos a experimentar para dejar el pañal. Una buena idea es pasar de cambiarlos acostados a hacerlo de pie, en cuanto dominan esta postura y tengan un buen equilibrio, nos adaptaremos a cada peque. Con este cambio los adultos estaremos menos cómodos, pero los peques podrán ir tomando conciencia de los pasos que se realizan y verán con mayor facilidad cuando hay pipí o caquita, familiarizándose con el proceso. Si es posible, les resultará más atractivo y enriquecedor si podemos hacerlo frente a un espejo; les vamos explicando lo que hacemos, nombrando partes del cuerpo, etc. La posición horizontal es más rápida, pero a medida que crecen cada vez se mueven más y les gusta menos porque se aburren y se sienten como muñecos que no participan, por lo que muchas veces el cambio de pañal se convierte en una “batalla”. El siguiente paso que nos acerca a dejar el pañal es preparar su zona en el baño. Será adecuada para que puedan usarla con ayuda si la necesitan, dependiendo de cuándo empiecen a mostrar interés, o incluso solitos y nos adaptaremos a las características de cada piso buscando la opción más cómoda y atractiva. Aunque no sea el momento de empezar a dejar el pañal, en este espacio pueden contar con un orinal o adaptador para el wc, ropa para cambiarse si es necesario, toallitas, un recipiente con agua o el bidet, algún cuento relacionado con dejar el pañal e incluso usar muñecos a los que si les dan líquidos hacen pipí y cuentan con su propio orinal, por ejemplo. Las mamás y papás les dejaremos interactuar con este espacio, incluso si cogen el orinal y lo usan de juguete. No pasa nada, deben asociarlo con un objeto positivo si queremos que, llegado el momento, quieran utilizarlo. Cuando se realice el cambio de pañal de pie, podemos invitarlos a sentarse en el orinal y cuando quieran vamos viendo qué pasa. Los peques irán avanzando en su uso siendo capaces de identificar y avisar cuando hacen pipí o caca, más tarde lograrán avisar de cuando tienen ganas y llegará un momento en que dejen de hacerlas en el pañal, que será cuando podamos plantearnos probar a dejar de usarlo. Normalmente para dejar el pañal por la noche se tarda más tiempo, y no se hace hasta que los peques se levantan varios días seguidos con el pañal seco, pero nos adaptaremos en cada caso. Siguiendo este método el proceso resulta mucho más agradable, aunque requiera más tiempo en cada cambio de pañal, tanto para los peques como para las familias y puede convertirse en una rutina que realizamos jugando juntos. También ayuda dejar que los peques compartan nuestros momentos de baño y que puedan observar de forma natural a otros peques, cuando sea posible, ya que les resulta muy atractiva la imitación.

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