
En los días de sol, los peques podrán disfrutar de este arenero. Cuenta con dos cuencas que al unirlas generan la forma de una mariposa. En un lado se puede colocar arena para que juegen y descubran nuevas texturas, mientras que en el otro se puede poner agua para que se puedan refrescar. Además se le puede conectar una manguera para hacer ese "efecto lluvia" que tanto les gusta a los niños y niñas.